Aniquilan, bendicen y consumen,
y rien sin reir, y lloran sin llorar,
nacen, no crecen, y envejecen,
amamantados por las tradiciones
a las que el tiempo robo el sentido.
Ellos, que no ven su lucidez
escaparse como arena entre sus dedos,
y cantan sus elogios al dolor
que hace fertil el fangal de sus anhelos;
Ellos, que no pueden echarse a andar
sin pisotearlo todo ciegamente,
ellos buscan solo ratas
que sueñen anidar entre serpientes.
Y ante ellos se obedece o se delinque,
ante ellos se el leal o se es profano;
administran el pastar de sus lacayos
y condenan a los que jamas se rinden.
En sus laberintos del miedo
nacen idolos para ser despedazados;
tras el rito de la desgracia
cada cual sera un semidios inacabado
anidando entre serpientes... |