Horda pomposa de hirviente avidez,
cepa senil de obstinada altivez,
Echada al viento del mito y su azar
para arrancar lo que alcance a morder.
Bebiendo anhelos hasta la embriaguez
prueban su temple y sus cargos de fe.
Tanto valor como poca moral...
Tantos los sueños como la escasez.
Fuego y azote, flor de sus huestes,
causa bendita de acero y peste.
Tanta es la sangre, que en su torrente
navegan fiero hacia sus suertes.
Infausta vision
que los hace amar
la gloria brutal
de la usurpación.
Dagas que al odiar
la paz y el sopor,
buscan depredar
trofeos de honor.
Estando famélicos de todo bien
desengaño es más hondo y más cruel.
Agusanada la magra virtud,
sólo les queda hacerse temer.
Fuego y azote,
flor de sus huestes,
causa bendita
de acero y peste. |